Treinta mil niños huérfanos rusos han sido etiquetados como oligofrénicos por las autoridades moscovitas y las estadísticas arrojan datos demoledores: uno de cada tres niños recluidos en los orfanatos muere al cabo de un año. La causa no es la falta de cuidados físicos o médicos, sino la ausencia de calor humano.
Ésta es la situación que pone de manifiesto Ángeles con las alas rotas, el reportaje que esta noche (23.10) emite el espacio de La 2 Documentos TV, dirigido y presentado por Pedro Erquicia.
El documento periodístico, de 55 minutos, radiografía el estado de los derechos humanos en Rusia y subraya el abandono de los pequeños que padecen algún tipo de minusvalía, condenados a vegetar. Las enfermedades hereditarias, la fuerte crisis económica y la mala suerte se unen como factores mortíferos en el destino de estos niños y niñas rusos.
El alcoholismo, según recoge el reportaje, es un problema grave en la sociedad rusa, que está provocando la destrucción de quienes lo padecen y también de sus hijos. Un ejemplo es la historia de Luska, una niña de 18 meses abandonada por su madre alcohólica en un orfanato y que padece una fisura en el paladar, además de un importante retraso en el crecimiento.
Entre ese dramático panorama, Ángeles con las alas rotas incluye una historia positiva: la experiencia de la familia Levin. Marina Levin preside Alianza de Padres, una asociación que agrupa a personas de San Petersburgo que han adoptado a niños con alguna minusvalía y trabajan para buscar un hogar a todos los pequeños que pueden. Los Levin han adoptado a nueve hijos, y la mayoría de ellos tiene alguna minusvalía. Las cámaras del documental recogen su vida cotidiana, en la que todos colaboran para salir adelante, ya que los ingresos económicos son bastante escasos.
Marina Levin acusa en el reportaje a los funcionarios rusos. La red de orfanatos, explica, recibe la subvención estatal en función del número de niños que tiene bajo su custodia y a sus directivos no les interesa que los niños sean adoptados, porque se reduce su presupuesto.
Ésta es la situación que pone de manifiesto Ángeles con las alas rotas, el reportaje que esta noche (23.10) emite el espacio de La 2 Documentos TV, dirigido y presentado por Pedro Erquicia.
El documento periodístico, de 55 minutos, radiografía el estado de los derechos humanos en Rusia y subraya el abandono de los pequeños que padecen algún tipo de minusvalía, condenados a vegetar. Las enfermedades hereditarias, la fuerte crisis económica y la mala suerte se unen como factores mortíferos en el destino de estos niños y niñas rusos.
El alcoholismo, según recoge el reportaje, es un problema grave en la sociedad rusa, que está provocando la destrucción de quienes lo padecen y también de sus hijos. Un ejemplo es la historia de Luska, una niña de 18 meses abandonada por su madre alcohólica en un orfanato y que padece una fisura en el paladar, además de un importante retraso en el crecimiento.
Entre ese dramático panorama, Ángeles con las alas rotas incluye una historia positiva: la experiencia de la familia Levin. Marina Levin preside Alianza de Padres, una asociación que agrupa a personas de San Petersburgo que han adoptado a niños con alguna minusvalía y trabajan para buscar un hogar a todos los pequeños que pueden. Los Levin han adoptado a nueve hijos, y la mayoría de ellos tiene alguna minusvalía. Las cámaras del documental recogen su vida cotidiana, en la que todos colaboran para salir adelante, ya que los ingresos económicos son bastante escasos.
Marina Levin acusa en el reportaje a los funcionarios rusos. La red de orfanatos, explica, recibe la subvención estatal en función del número de niños que tiene bajo su custodia y a sus directivos no les interesa que los niños sean adoptados, porque se reduce su presupuesto.
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