miércoles, 18 de abril de 2012

Operación Algeciras

La Operación Algeciras u Operación Gibraltar fue un frustrado plan militar argentino de tipo comando que se intentó llevar a cabo de manera encubierta y extraoficial durante la Guerra de las Malvinas en 1982, en territorio español y británico. Su objetivo táctico (inconcluso) era sabotear a la Marina Real tratando de hundir con minas submarinas un navío de guerra británico cualquiera en la base británica de Gibraltar, e impedir su marcha hacia las islas Malvinas, escenario del conflicto bélico. El plan se llevaría a cabo mediante la actuación de buzos tácticos y la utilización de minas submarinas de origen italiano.La operación fue aprobada por el almirante Jorge Isaac Anaya, quien la guardó en secreto a la mayor parte de sus camaradas. Los militares lograron convencer a dos antiguos miembros de la guerrilla peronista Montoneros que tenían experiencia subacuática, a pesar de la represión que los militares habían realizado sobre la guerrilla. Uno de los comandos era Máximo Alfredo Nicoletti, ex buzo táctico y ex guerrillero que actuaba para el servicio de inteligencia de la Armada. Los planificadores negarían cualquier implicación de funcionarios de la Argentina.Desde territorio español, una fuerza de 3 hombres (dos montoneros y un oficial de enlace argentino) supervisaban el tráfico naval británico alrededor de Gibraltar, preparándose para atacar un blanco en la oportunidad en que se lo ordenasen, usando hombres ranas y minas italianas. Esperaban la llegada del HMS Ariadne como primer blanco.[1]Sin embargo, el plan falló luego de que la inteligencia británica interceptara y descifrara comunicaciones entre Buenos Aires y la embajada argentina en Madrid e informara al gobierno español, que arrestó al equipo. El arresto fue realizado por el Ministerio del Interior sin involucrar al Centro Superior de Información de la Defensa, (CESID), la agencia de inteligencia española.Lo que imposibilitó esta operación fue un incidente casi fortuito. El 31 de mayo de 1982 dos detectives españoles detuvieron en Málaga un automóvil alquilado en el viajaban dos argentinos que se habían hecho sospechosos por los gastos que realizaban. Se alojaron en un hotel como turistas y se pensó que podían ser narcotraficantes.Cuando la policía española detuvo a los argentinos, estos trataron de continuar la operación a cualquier precio. Fue por eso que el capitán de la operación pidió hablar a solas con el comisario, con quien tuvo la siguiente conversación:Soy el capitán Fernández, de la Armada Argentina, y estoy en una misión secreta. Desde este momento me considero prisionero de guerra y no diré una palabra más.-Si tú eres marino argentino, yo soy sobrino del Papa.-le contestó risueño el comisario y ordenó a la policía que detuviera a los otros dos argentinos que esperaban en el hotel en el pueblo de San Roque.Cuando los miembros de la operación fueron capturados se dieron cuenta de que el trámite de detención se iba a demorar mucho, por lo que les pidieron a los policías almorzar con ellos. Según relataron los mismos miembros de la operación - Fue un almuerzo muy divertido, los policías españoles lamentaban que este hecho hubiera llegado a sus superiores, y de no haber sido así, los hubiesen dejado libres. - recuerdan los miembros de la operación."Los españoles nos trataron muy bien. -recuerda- vino uno y nos dijo: Hombre, si yo hubiera sabido que ibais a hundir un barco inglés os dejaba. Después de todo, el Peñón de Gibraltar también es territorio usurpado por Inglaterra." Después del almuerzo, el capitán y los ex guerrilleros miembros de esta operación fueron transportados a Málaga.Leopoldo Calvo-Sotelo, el presidente del gobierno español, que se encontraba en la zona en plena gira de campaña electoral, ordenó tapar el incidente y reservó ocho asientos en el vuelo charter que utilizaba, para que los tres argentinos y los cuatro policías regresaran a Madrid junto con él. Ya en Madrid los embarcó en un vuelo a Buenos Aires.Fueron acompañados hasta las islas Canarias por los policías españoles y luego prosiguieron su viaje solos.Las razones por la cual esta operación no pudo ser llevada a cabo son muchas, se dice que si el grupo hubiese sido provisto de un mapa militar en lugar de un mapa turístico, hubieran llevado pasaportes falsificados de buena calidad (no como los que llevaron, que ya generaron sospechas en Francia, primer destino de los miembros de la operación), y hubiera utilizado tarjetas de crédito en lugar de dinero en efectivo, la historia hubiera tenido otro desenlace.Por otra parte, las operaciones de este calibre las suele planificar un grupo especializado, en el cual uno hace las tareas referidas al reconocimiento y otro ejecuta la operación.En 2003, se rodó un documental argentino-español, Operación Algeciras, que relata la historia de esta operación encubierta.

martes, 17 de abril de 2012

Repsol y BP

Por Adrian Salbuchi

Hoy el petróleo conforma un factor de poder de máxima relevancia para el Nuevo Orden Mundial. Tan importante resulta que con tal de apropiárselo, poderosas naciones como Estados Unidos y Gran Bretaña no titubean en invadir países productores y de importancia geoestratégica como ocurrió con Afganistán en 2001 e Irak en 2003.

La geopolítica del petróleo ha entrado en una grave crisis por cuanto muchos expertos señalan al año 2005 como el “año de producción pico mundial”, aunque ello afectaría mucho más a la alianza imperial anglo-norteamericana-israelí que a países como Rusia y China. Lo cierto es que a partir de ahora, las proyecciones de producción tienden a caer mientras que el consumo sigue creciendo vertiginosamente, agravado por el surgimiento de altos niveles de consumo en China, India y los Tigres del Sudeste Asiático.

El petróleo, el dólar y las invasiones…

La Guerra Mundial en la que hoy se encuentra inmersa la humanidad no tiene bandos definidos; sus límites son más bien horizontales que verticales y tiene, desde luego, un fuerte olor a petróleo y un color verde que marca la imposición del dólar estadounidense como moneda mundial en el comercio mundial del petróleo. Es sabido que una de las razones que motivaron la invasión injustificada de Irak por las fuerzas anglo-estadounidenses en marzo 2003 fue la decisión de Saddam Hussein en noviembre 2002 de vender unos 1.000 millones de dólares de crudo (la cuota entonces autorizada según las sanciones de la ONU) a Europa Occidental en Euros en lugar de Dólares. Con eso, Saddam terminó sellando su destino.

Ahora, Irán estaría por hacer otro tanto, promoviendo un nuevo mercado de países productores de petróleo fuera del Área Dólar. Ello conlleva un peligro potencialmente catastrófico para el muy sobre-emitido dólar estadounidense [1]. No sorprende, entonces, ni resulta casual que Estados Unidos, el Estado de Israel y Gran Bretaña – aliados imperiales en la imposición del Nuevo Orden Mundial – estén preparando desembozadamente una acción militar “preventiva” contra Irán so pretexto de su plan nuclear, con el fin de apropiarse del petróleo iraní, al tiempo que neutraliza su pretensión de retirar una parte importante del comercio internacional de petróleo del Área Dólar.

Una acción militar unilateral de este tipo -que probablemente será disparada por iniciativa israelí si Benjamín Netanyahu gana las elecciones de marzo 2006 – tendrá consecuencias impredecibles para la paz en la región y en el mundo, como así también para los propios Estados Unidos y la Unión Europa [2]. Citando fuentes del Comando Central y Estratégico del Pentágono, el diario londinense The Sunday Telegraph advierte en su última edición que los estrategas norteamericanos trabajan en estos momentos para identificar los posibles blancos militares de semejante ataque, en su mayoría, plantas nucleares [3].

El petróleo argentino en el rompecabezas imperial

Aunque aliados globales contra el mundo musulmán, Estados Unidos, Gran Bretaña mantienen, sin embargo, ciertos intereses encontrados en nuestra región y, específicamente, en la Argentina. Claramente, en nuestro país Gran Bretaña pretende conservar el fuerte predicamento que detenta desde hace más de dos siglos y que es respetado por Estados Unidos. Podría decirse que, en cierta manera, Gran Bretaña es una suerte de llave maestra que abre las riquezas argentinas al usufructo de los intereses de las estructuras de poder del Nuevo Orden Mundial.

Así podremos comprender la determinante influencia que Gran Bretaña ejerce sobre nuestro país, donde a lo largo de un cuarto de siglo, ha realizado una amplia y compleja ingeniería política y económica para apropiarse del petróleo y el gas argentino. Esto proceso está a punto de tocar un hito clave con el blanqueo definitivo de la propiedad formal británica de los hidrocarburos argentinos.

La entrega del petróleo argentino a los dueños del Nuevo Orden Mundial a través de Gran Bretaña tiene sus hitos, sus corporaciones y sus apellidos: desde la derrota militar argentina en Malvinas en 1982, pasando por la traición ante el Reino Unido de gobierno de Carlos Menem, y la colaboración de los gobernadores de las provincias productoras de petróleo, notablemente la del entonces gobernador santacruceño Néstor Kirchner, gran militante a favor de la destrucción y enajenamiento de YPF.

Así, hoy nos enteramos -sin mayor sorpresa de parte nuestra- que Repsol YPF está a punto de ser vendida, y que el comprador favorito sería nada más y nada menos que la gigante petrolera británica BP Amoco (British Petroleum de Londres con fuerte participación y propiedad de la corona inglesa). [4]

Para dilucidar el complejo proceso que condujo desde la derrota en Malvinas hasta la entrega del petróleo argentino a los ingleses, invitamos al lector a acompañarnos en un breve recorrido a lo largo de un cuarto de siglo, cuya perspectiva histórica permite comprender mejor esta compleja ingeniería geopolítica, económico-financiera y de guerra psicológica perpetrada contra la opinión pública argentina, siempre de la mano de operadores y gerenciadores locales dentro y fuera del gobierno.

Esto proceso ha sido vasto en sus alcances, extenso en sus tiempos y sutil en su metodología, habiendo logrado anestesiar y adormecer a buena parte de la opinión pública nacional y regional que, abrumada por sucesivas crisis, aceptó mansamente que le robaran el país debajo de sus propias narices.

Los hitos de la entrega

- 14 de junio de 1982 – Las fuerzas militares argentinas son derrotadas en las Islas Malvinas. El gobernador militar de las Islas, Gral. Mario B. Menéndez, en lugar de luchar hasta el final con los oficiales que se atrevieran a acompañarlo para legar un ejemplo heroico para la posteridad de su país, eligió en cambio salvar el pellejo y – vestido muy bonito y limpio – firmó la rendición argentina ante el embarrado y claramente más aguerrido general inglés, Jeremy Moore. Con ello, Argentina no sólo sufrió una derrota militar y política, sino también moral.

- 10 de diciembre de 1983 – Tras un proceso circense fuertemente instigado desde el exterior, que anunciaba con bombos y platillos el regreso a la “democracia” con la que supuestamente “se comía, se educaba y se sanaba”, Raúl Alfonsín inicia su desgobierno impulsando un conjunto de medidas que terminarían por desarticular y descerebrar a las fuerzas armadas al tiempo que profundizó la pauperización y desculturización del pueblo argentino. Tras poco más de cinco años, su crecientemente caótico gobierno desembocó en el drama hiperinflacionario de mayo, junio y julio de 1989. Alfonsín se vio obligado a renunciar en forma anticipada, entregándole el gobierno a Carlos Menem, con lo que quedó inaugurada la Segunda Década Infame Argentina que profundizó los tremendos daños ocasionados al país por el régimen cívico-militar que usurpó el poder el 24 de marzo de 1976 seguido del auto-desarme y desarticulación nacional impulsados por Alfonsín.

- Julio de 1989 – Una de las primeras medidas del gobierno Menem consistió en propiciar un acercamiento a toda marcha con los ingleses so pretexto de regularizar las relaciones comerciales con la Unión Europea y los Estados Unidos. Se consideraba que ello representaba el disparador esencial para que la Argentina fuese “perdonada” por las estructuras de poder de los países centrales, por haber osado recuperar las Islas Malvinas. Ello ocurría en vísperas de cambios mundiales dramáticos que transformarían el mundo bipolar de la posguerra, en el actual Nuevo Orden Mundial unipolar bajo la férrea hegemonía anglo-estadounidense-israelí. [5]

- Septiembre 1989 – En audiencia especial y secreta, la reina de Inglaterra recibe al senador y hermano presidencia, Eduardo Menem, en Londres. Tan completo resultó ser lo acordado y tan seguras las seguridades brindadas por el gobierno Menem a Su Graciosa Majestad Británica, que en noviembre de ese año en su discurso de apertura de las sesiones parlamentarias británicas, Isabel II se refirió al inmediato restablecimiento de relaciones diplomáticas con la República Argentina con sus consecuentes ventajas económicas para el comercio británico. Mientras tanto, el 18 de agosto de 1989 Menem promulga y sanciona en tiempo record la Ley 23.696 de Reforma del Estado que otorga vía libre a la inminente enajenación a precio vil del patrimonio público a capitales privados extranjeros.[6]

- Noviembre 1989 – Gran Bretaña despacha a nuestro país una nutrida misión comercial liderada por Lord Montgomery, con el objetivo de realizar un amplio relevamiento de los bienes, recursos y empresas públicas de la Argentina. Ello estuvo muy especialmente centrado en las áreas del petróleo, el gas y la pesca. Entre las empresas evaluadas se hallaban Yacimientos Petrolíferos Fiscales YPF, Agua y Energía, Hidronor, Segba, Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), e YCF.

- 15 de febrero de 1990 – Carlos Menem y su canciller Domingo Felipe Cavallo acuerdan la firma en Madrid de un Acuerdo (Tratado) Anglo-Argentino para lograr la paz con el Reino Unido. Argentina fue representada por el Embajador Lucio García del Solar y Gran Bretaña por su representante permanente ante la ONU Sir Crispin Tichelle. En su citada obra, el Dr. Julio C. González brinda amplios detalles sobre éste y otros acuerdos. Marcan el inicio del proceso que lleva a la subordinación argentina a las estructuras de poder del Nuevo Orden Mundial.

- 11 de diciembre de 1990 – Se firma en Londres el Tratado de Garantía de Inversiones con el Reino Unido que tiene como principales características subordinar al control inglés todas las actividades militares argentinas en el Mar Argentino y en la Patagonia (aquí el Establishment político-militar chileno cumple su tradicional misión de alineamiento, subordinación y asistencia favorables a la geopolítica regional británica); mientras que en lo económico, promueve la apertura irrestricta de la economía argentina a capitales externos que reciben especial “protección” legal.

Este tratado fue ratificado mediante la Ley No. 24.124 de Menem y Cavallo, sancionada por un Congreso vil y traidor. Este primer Tratado luego dispara medio centenar de acuerdos bilaterales similares con otros tantos países, notablemente Estados Unidos y las naciones de la Unión Europea. Como bien lo describe el Dr. González, ambos tratados – el de Madrid de febrero 1990 y el de Londres de diciembre 1990 – conforman una verdadera rendición argentina y aceptación de las condiciones de paz impuestas por Gran Bretaña como potencia victoriosa, en nombre de las estructuras de poder del Nuevo Orden Mundial. La iniquidad de sus condiciones leoninas en contra del interés nacional argentino condujo directamente a la Argentina postrada que hoy padecemos. González define ambos tratados como una suerte de “Versalles Argentino”, comparándolos con el inicuo Tratado de Versalles impuesto por Gran Bretaña, Estados Unidos y Francia sobre Alemania en 1919 cuyas condiciones fueron tan leoninas que se lo puede considerar como la causa directa del surgimiento del nacionalsocialismo en los años veinte y treinta y el posterior inicio de la segunda guerra mundial.

Este proceso a su vez marca una continuidad de dominio geopolítico británico sobre nuestro país que se remonta dos siglos y que tiene como hitos clave:

- El Tratado Anglo-Argentino de Amistad de 1825 a través del cuál Argentina se transforma en colonia económica de Gran Bretaña en el siglo XIX;

- El Tratado Roca-Runcimann de 1933 que “ratifica, mantiene y perfecciona” el de 1825 y que en 1935 dispara la Ley 12.155 creando el Banco Central que pone nuestra moneda bajo control de las finanzas internacionales. Este tratado nos transformaría en “la perla preciada de la corona británica” y conformaba un verdadero “estatuto de coloniaje” como bien lo definiera Arturo Jauretche.

- Los dos Tratados de Rendición firmados en 1990 por Menem-Cavallo. Notablemente, Cavallo gestiona ambos tratados como canciller y, una vez consumada la traición, es inmediatamente nombrado ministro de economía para administrar la entrega de la economía. Por sus magníficos servicios prestados a Inglaterra y a el Nuevo Orden Mundial, David Rockefeller, George Soros, Henry Kissinger y los Rothschild lo premian transformándolo en miembro de la poderosa Trilateral Commission.[7]. Luego, en Marzo 2001 David Rockefeller y William Rhodes (director ejecutivo del Citibank y presidente de la Americas Society) viajarían a Buenos Aires para imponerlo a Cavallo como ministro de economía de De la Rúa con las consecuencias por todos conocidas.

En verdad, en la era de la globalización, las verdaderas “relaciones carnales” de Menem-Cavallo-DiTella lo fueron no tan sólo con los Estados Unidos sino, más bien, con toda la estructura de poder económico-financiero-industrial-militar del Nuevo Orden Mundial, con Gran Bretaña a la cabeza.

- 1993 en adelante – Mientras esto ocurría en nuestro país, se reestructura en España a la empresa petrolera Repsol, como sociedad privada. España, que carece de recursos petrolíferos propios, sorprendente y repentinamente aparece ante el mundo y los mercados petroleros con una gran empresa petrolera; “una de las 10 mayores petroleras privadas del mundo”, según se indica en su sitio www.repsolypf.com. Originalmente fundada en 1986 con un único accionista – el INH (Instituto Nacional de Hidrocarburos – organismo público español) – en 1989 se inicia el proceso de privatización de Repsol en coincidencia con el inicio de la vasta apertura y desregulación de la economía argentina. En 1993, se abre la Oferta Global de Acciones de Repsol y se le autoriza adquirir la petrolera estatal argentina YPF (tiene el 99% de las acciones).

Ese año, se lleva a cabo la privatización de YPF gracias al apoyo concreto que el proyecto de Menem y Cavallo recibe de las provincias productoras de petróleo, notablemente la Pcia. de Santa Cruz del gobernador Kirchner. Por estos “servicios”, Kirchner recibió como una suerte de “premio” de parte del gobierno nacional, la interesante suma de US$ 654 millones en compensación por “royalties” mal liquidadas por la ex-YPF estatal. Desde abril 1993 a la fecha, se desconoce el paradero real, el monto y la aplicación de estos fondos públicos santacruceños (provenientes de dineros públicos nacionales), a manos del gobernador Kirchner y de su actual delfín provincial, el gobernador Sergio Acevedo.

En términos geopolíticos, España cumple un rol importante como cuña para el ingreso de diversos capitales europeos en Sud América en general, y en la Argentina en particular. De esta manera, se ha ganado la confianza de sus socios mayores europeos, especialmente Gran Bretaña, con cuya casa real los Borbones hispánicos mantienen tradicionales vínculos. La vileza de este despreciable rol subalterno de la “madre patria” española ante Gran Bretaña y en contra de la Argentina, tiene sus hitos con el vaciamiento fraudulento de Aerolíneas Argentinas a manos de Iberia, las irregularidades de ENTEL cometidas por Telefónica de España y, muy especialmente, la adquisición de YPF por Repsol, actuando como una suerte de testaferro de capitales e intereses ingleses que se saben dueños del petróleo argentino gracias a los inicuos Tratados de Madrid y Londres de 1990.

Era de esperar que en un momento determinado, este rol de testaferro cumplido por Repsol habría de blanquearse respecto de la propiedad de YPF por intereses ingleses.

- 26 de enero de 2006 – Sorpresivamente, Repsol YPF anuncia una reducción de sus reservas en un 25%, reduciendo la estimación de las mismas en 1.254 millones barriles de crudo y reservas gasíferas. Se señala que las reservas argentinas serían mucho menores a lo originalmente estimado. Se manipula el valor bursátil de Repsol preparando una maniobra tendiente a allanarle el camino a capitales privados, notablemente los de la británica British Petroleum a la que le interesa YPF mucho más que Repsol. En las bolsas de Londres y Nueva York se están barajando presuntas interesadas en la estructura sudamericana de YPF, entre las que se ubican ExxonMobil, ChrevronTexaco, BPAmoco, el ENI de Italia y Total. En breve se iniciará el Ofrecimiento Publico de Aceptación (OPA).

- 6 de febrero 2006 – Finaliza el régimen de la “acción de oro” del gobierno español sobre el cual el propio presidente de Repsol Antonio Brufau dijera que conformaba la mejor protección y blindaje que tiene Repsol contra un OPA hostil en las bolsas internacionales. La “acción de oro” que alguna vez también tuviera el gobierno argentino fue liquidada por Menem-Roque Fernández a fines de los noventa.

Inglaterra, dueña de YPF: “Menem, Cavallo y Kirchner lo hicieron.”

Estamos hoy ante la probabilidad concreta de que Repsol termine quedando firmemente en manos inglesas. Será muy interesante observar cuál será la actitud del gobierno de Néstor Kirchner al respecto. Los beneficios que haber ayudado a entregar el petróleo argentino a los ingleses le han deparado a Néstor Kirchner se miden en cientos de millones de dólares que hoy tiene depositados en Suiza.

Lo triste es que estamos atrapados por una suerte de pinzas entre dos geopolíticas de diferente estilo, dinámica pero sólidamente complementarias ante objetivos comunes. Por un lado, la estrategia del corto placismo y del garrote de Estados Unidos que presiona y empuja imponiendo sus iniquidades en la región; por el otro lado, la mucho más sutil, lenta pero determinante estrategia británica, capaz de tomarse un cuarto siglo con tal de quedarse con el petróleo argentino. A ello debemos agregarle un tercer factor complementario: las apetencias del sionismo internacional sobre la Patagonia Argentina que aprovecha su determinante influencia sobre los Estados Unidos y Gran Bretaña para ir avanzando sus centenarios objetivos territoriales en el sur de nuestro país.

Cuando se haya consumado el traspaso formal y legal de Repsol-YPF a la British Petroleum, seguramente veremos entonces que ocurrirán dos cosas:

a.. la BP unificará su ampliado imperio bajo un único sello y marca – British Petroleum o BP -, con lo que “YPF”, hoy devenido en meras siglas carentes de significado, desaparecerá de la historia liquidando así la magna creación de Hipólito Irigoyen y del General Moscón y, b.. a pesar de que hoy se habla de que las reservas argentinas son menores a lo estimado y no tienen mucha cuerda, cuando BP haya tomado el timón, entonces seguramente nos enteraremos que se habrán “descubierto nuevos y enormes yacimientos en tierra y costas afuera” en territorio argentino de gigantesco potencial, pero ya no para la Argentina y su pueblo, sino para la British Petroleum, la Corona Inglesa y las economías de los países centrales.

Pues, no nos engañemos, la “crisis del petróleo” no trae malas noticias para todos. Las petroleras jamás han ganado tanto dinero como hoy. La mayor petrolera del mundo, la Exxon Mobil del grupo Rockefeller acaba de anunciar sus ganancias para el año 2005. Conforma la utilidad más grande jamás registrada por una empresa estadounidense: 36.500 millones de dólares. ¡¡En utilidades!! Efectivamente, el petróleo es un buen negocio y solo unos tontos o unos traidores lo regalan a vil precio a sus enemigos históricos

lunes, 16 de abril de 2012

Repsol y el brufau



Entre las montañas de basura que asoman a diario por la televisión, apesta singularmente el último spot de Repsol. Buen rollito corporativo para abotargar mentes y tranquilizar conciencias mientras ellos siguen con su rapiña.

El anuncio, digo panfleto, es una sucesión de preciosistas imágenes que sirven para desgranar un puñado de logros de la humanidad en ciencia, cultura y otros campos, y lo rematan con una profesión de fe en el futuro, pues quien ha conseguido tales cotas de civilización no dejará que la Tierra se vaya a pique. Y al final del minuto aparece el anagrama de Repsol, como depositaría universal del bagaje espiritual del hombre y faro que nos conducirá a un futuro de felicidad.

Nadie duda de la labor civilizadora de Repsol, sino que se lo pregunten al pueblo guaraní de Bolivia, donde se han metido de hoz y coz para llevarlos a la modernidad. Repsol, herederos últimos de una corriente de genio e ingenio que ha hecho a la humanidad lo que es, de los que en su momento inventaron el pan y la sal y hoy contaminan el agua de beber. Los que construyeron catedrales y ahora destruyen bosques, los que descubrieron el fuego y ahora asolan reservas naturales, los que pintaron la maja vestida y ahora desnudan y desertifican regiones enteras. Que le pregunten a la comunidad mapuche de Argentina del poder benefactor de Repsol, que los que inventaron los abrazos y el abecedario hoy envenenan el aire y la tierra. Que le pregunten al pueblo huaorani de Ecuador, que ahora los que inventaron la ciencia y la ficción han llenado su tierra de piscinas de desechos bien reales.

Nadie más interesado y preocupado por el futuro de la Tierra y por el efecto del uso abusivo de los combustibles fósiles que las empresas petroleras, las mismas que encargan informes y compran científicos para que pongan en duda el cambio climático, las mismas que están tras la guerra de Irak o pringan las costas de los cinco continentes.

Y Repsol repartiendo buenos sentimientos tirando de talonario, tranquilizando mentes para que puedan ir a comprar el Marca a la tienda de la esquina en coche, que de eso se trata, esquilmar a los pobres para que los ricos tiremos el dinero por el retrete. Que esta pestilente corporación se aprovecha de la pobreza de los países del tercer mundo y de sus corruptos e ineptos sistemas políticos para llevarse sus materias primas al menor coste posible pasándose por el arco del triunfo las consecuencias medioambientales, y con la inestimable colaboración del patrón del Bribón, que también se lleva su pellizco.

Así que si la compañía del Brufau quiere presumir de sus actividades que no nos venda la moto y se dedique a promocionar infraseres macarrillas como el Pedrosa, que el target de su clientela son los que queman goma en polígonos industriales, porque los que inventaron Macondo están limpiando el chapapote que ha anegado su pueblo.