martes, 19 de abril de 2011

Un tatuaje desvela un crimen sin resolver desde 2004



Según informa 'Los Angeles Times', policías de Pico Rivera (California) han conseguido resolver un crimen siete años después gracias a un tatuaje en el pecho de un pandillero.

Anthony García, de la pandilla Rivera 13, se descamisó para que la policía californiana le tomara unas fotografías, cuando se dieron cuenta de lo que representaban sus tatuajes.
Este pandillero, que fue detenido en 2008 en un control de tráfico, se tatuó un crimen en el que la Policía trabajaba sin éxito. En él se pueden ver luces de Navidad, fechas del asesinato o la posición en la que cayó el joven asesinado.

Todas las indicaciones del dibujo además de una clara referencia a las bandas rivales provocaron que la Policía consiguiera una declaración de Anthony, que será condenado por asesinato de primer grado.

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