domingo, 9 de enero de 2011

Shalom aleichem


De acuerdo al Talmud de Babilonia, dos ángeles que simbolizan a la buena y a la mala inclinación (yetser hará) acompañan a cada persona el el camino de vuelta a su casa desde la sinagoga los viernes por la noche. Si la casa ha sido preparada para el Shabbat (velas encendidas previamente, y la mesa preparada con jalá y vino), el ángel que representa a la buena inclinación recita una bendición diciendo "qué el próximo Shabbat sea igual"; el que representa a la mala inclinación está obligado a responder "Amen". Pero si la casa no ha sido preparada para Shabbat, el ángel que representa la mala inclinación dirá lo mismo; y el ángel que representa a la buena inclinación estará, igualmente, obligado a decir "Amen".[1]

Después del poema, algunas personas agregan un versículo para hacer hincapié en que la oración que incluye el poema no se dirige a los ángeles, sino a Dios para que envíe bendición a través de ángeles.

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